La película “Julia tiene un Sugar”, dirigida por el director venezolano José Antonio Varela, se alzó con el Premio a la Distinción, en la 17 Edición del Global Films Festival Noida, por el alto nivel en su propuesta cinematográfica y de producción. El reconocimiento fue recibido por la embajadora de Venezuela en la República de la India, Capaya Rodríguez, de manos de Sandeep Marwah, presidente del Festival.
El evento contó con la participación de filmes de 19 países: Austria, Chipre, Corea del Norte, Ghana, Irán, Lituania, Marruecos, Palestina, Panamá, Perú, Filipinas, Portugal, Rusia, España, Surinam, Túnez, Vietnam, Zimbabue y Venezuela, siendo organizado por el Club Internacional de Cine y Televisión y Marwah Studios. Al recibir el galardón, la embajadora Rodríguez agradeció el premio y a la organización del festival por la invitación a nuestro país para participar en el evento, a la vez que comentó a la audiencia de cineastas y estudiantes de esa nación, las potencialidades del cine venezolano, no sólo desde sus locaciones, sino también desde sus historias y particularidades.
Afirmó que una de las grandes fortalezas del país para la producción cinematográfica son sus espacios naturales e infraestructura física que, sin duda, conforman un conjunto de locaciones de lujo: un mar Caribe con sus playas de arena blanca, selvas con hermosas cascadas, montañas nevadas, desiertos con grandes dunas, ciudades coloniales y modernas, y un talentoso casting con el atractivo físico de nuestros hombres y mujeres, entre otros, lo que convierte a la nación suramericana en un destino audiovisual, que cumple con todos los requisitos necesarios para hacer realidad el sueño creativo de cualquier obra del séptimo arte.
El laureado largometraje es una divertida comedia romántica que narra la historia de Julia, una mujer optimista y decidida, que se encuentra pasando por un mal momento, al perder el trabajo la misma semana que la desalojan de su casa. Mayerling, su mejor amiga, le consigue un trabajo como bailarina exótica en un local nocturno, donde conoce a Ricardo, un exitoso abogado especialista en divorcios, quien, al ver a Julia vestida como un ángel en el club nocturno, le pide que sea su acompañante por una semana antes de irse del país, con la promesa de que no aspira más que su compañía y Julia accede por la necesidad que tiene de obtener dinero, siendo así cómo consigue un “Sugar Daddy”, cambiándole la vida para siempre.